Del Excel a la IA

Cómo la inteligencia artificial está transformando la analítica de datos

Durante muchos años, cuando una empresa quería “analizar sus datos”, eso significaba una cosa: abrir un Excel.

Allí se metían las ventas del mes, los costes, los turnos del personal, y se hacían algunas fórmulas para entender qué había pasado. Con un poco de suerte, alguien armaba una tabla dinámica, algún gráfico de colores, y todos se sentían más o menos informados.

Pero las reglas del juego han cambiado.
Hoy, con muy poco esfuerzo y sin necesidad de ser experto, una empresa puede tener a su disposición algo mucho más potente: inteligencia artificial.

¿Pero qué significa eso, exactamente?

Vamos por partes.
La inteligencia artificial, en este contexto, no es un robot con voz metálica ni algo futurista. Es simplemente una tecnología que puede aprender de los datos y ayudarte a tomar mejores decisiones, más rápido.

No se trata de reemplazar al Excel, sino de dar un paso más allá.

Te dejo tres ejemplos sencillos que ilustran cómo esto ya está ocurriendo:

1. La heladería que sabe cuándo va a vender más (y se prepara antes)

Imagina que tienes una heladería. Históricamente, cada verano te ha ido bien, pero algunos fines de semana vendes muchísimo, y otros no tanto. No sabes por qué.
Con una herramienta con IA, podrías cargar tus datos de ventas pasadas, sumar información del clima y de eventos locales... y ¡boom! La herramienta te sugiere que este sábado, con 28 grados y festival en el parque, deberías duplicar la producción de helado de fresa.

No adivina el futuro: aprende del pasado para ayudarte a prepararte mejor.

Ahora, tu puedes pensar que esto es un caso sencillo y que no hace falta IA para esto y estaría de acuerdo contigo, pero con este ejemplo lo que quiero exponer es que ahora tienes la posibilidad de delegar este tipo de tareas.
Asi que este es el primer uso - Delegar el análisis.

2. La tienda online que ya no le manda correos a todo el mundo por igual

Antes, tenías una lista de correos de clientes. Cada vez que había una promo, le mandabas lo mismo a todos.
Ahora, con herramientas de IA que analizan el comportamiento de compra, puedes enviar mensajes distintos: a quienes siempre compran en rebajas, un descuento exclusivo; a los que miran productos pero no compran, una recomendación personalizada.

No necesitas programar nada. Algunas plataformas de email ya lo hacen por ti.

En este segundo ejemplo, la tarea especifica que podemos mejorar es la segmentación, y lo mejor de todo, hacerlo de manera rápida y sin sesgos. Por ejemplo, en CulynArt tenemos una newsletter (que por cierto, si no estás suscrito, te puedes suscribir aquí) que mandamos a todos nuestros clientes suscritos, pero a parte de esto, tambien podemos segmentar los emails que mandamos a clientes como por ejemplo:

  • Clientes que ya han comprado alguna vez

  • Clientes que han dejado algo en el carrito pero no han llegado a comprar

  • Clientes que han comprado multiples veces

De esta manera, puedes hacer campañas mucho mas especificas.

3. El restaurante que sabe qué platos quitar del menú

Un restaurante pequeño revisa sus ventas cada mes. Siempre pensaron que el risotto era un éxito porque “a la gente le gusta”.
Pero con un sistema que analiza los tickets y combina variables como hora, día, y repeticiones de clientes... descubren que el risotto se pide mucho, pero genera menos margen, más devoluciones y ralentiza la cocina.

¿Resultado? Lo sacan del menú, suben la rentabilidad, y el servicio mejora.

¿Y todo esto es accesible?

Sí. Y mucho más de lo que la mayoría cree.

Ya hay plataformas que integran IA sin que el usuario sepa siquiera que la está usando. No hace falta tener un equipo de datos. Lo que hace falta es tener curiosidad, y dar el primer paso: mirar los datos no solo como algo que “hay que guardar”, sino como algo que puede trabajar por ti.

Y hasta aqui esta semana.

Ok, Bye ✌️